La blefaroplastia, también conocida como cirugía de párpados, es un procedimiento quirúrgico que mejora el aspecto de los párpados superiores, inferiores o ambos, eliminando signos de envejecimiento como bolsas, flacidez o exceso de piel. Está indicada para personas que presentan párpados caídos, que afectan la estética o incluso el campo visual, o bolsas pronunciadas debajo de los ojos.
El procedimiento se realiza bajo anestesia local con sedación o anestesia general, dependiendo de la complejidad y las preferencias del paciente. En los párpados superiores, el cirujano hace una incisión a lo largo del pliegue natural del párpado para retirar el exceso de piel, grasa y músculo. En los párpados inferiores, la incisión se puede realizar justo debajo de las pestañas o en la parte interna del párpado (técnica transconjuntival), minimizando las cicatrices visibles.
La recuperación incluye hinchazón, moretones y sensibilidad en la zona tratada durante las primeras semanas. Los pacientes deben evitar actividades físicas intensas y proteger la zona del sol para garantizar una buena cicatrización. Los resultados son duraderos y ofrecen un aspecto más fresco, descansado y rejuvenecido a los ojos, mejorando tanto la estética como la funcionalidad en algunos casos.