La reducción mamaria, también conocida como mamoplastia de reducción, es un procedimiento quirúrgico diseñado para aliviar molestias físicas como dolor de espalda, cuello y hombros, así como mejorar la apariencia y proporción de los senos en el cuerpo. Antes de la cirugía, se realiza una consulta detallada para evaluar las expectativas del paciente y planificar el procedimiento según sus necesidades.
Durante la intervención, que generalmente se lleva a cabo bajo anestesia general, el cirujano realiza incisiones alrededor de la areola y hacia abajo del pliegue del seno, siguiendo técnicas como el patrón en ancla o en T invertida, dependiendo de la cantidad de tejido a extraer. Se elimina el exceso de grasa, glándulas mamarias y piel, y se reposiciona la areola y el pezón para lograr una forma más estética y levantada. En algunos casos, se puede utilizar liposucción para afinar los contornos.
El proceso de recuperación incluye inflamación, sensibilidad y posibles moretones durante las primeras semanas, con instrucciones específicas sobre el uso de un sujetador quirúrgico y la limitación de actividades físicas intensas. Los resultados son duraderos y ofrecen beneficios tanto estéticos como funcionales, mejorando la calidad de vida del paciente.